a. Descripción general
Conjunto de prácticas tales como: manejo de pasturas, zanjas de infiltración, terrazas agroforestales de formación lenta, cobertura vegetal para reducir la velocidad de escorrentía, control de cárcavas, prácticas de forestación y agroforestería, protección de manantes, entre muchas otras, que se aplican de manera combinada para el manejo y conservación de agua y suelos a nivel de microcuencas.
Estas prácticas vienen aunadas a acuerdos locales de ocupación y uso del territorio, para lo que se define un conjunto de reglas locales que permiten, por ejemplo, ajustar la capacidad de carga animal a la cantidad y calidad del pastizal, reducir la labranza, cultivar en contorno, cuidar las fuentes de agua del paso de animales e incluso controlar o regular el tipo de construcción en el terreno. De hecho, estas técnicas de conservación de agua y suelos en algunos casos son denominadas infraestructura verde.
Para su selección e implementación, previamente se debe hacer un análisis de los factores condicionantes. Por ejemplo, para la recuperación de pastizales el factor clave es el conocimiento de las causas que determinaron el sobrepastoreo, por lo que se requiere evaluar dichas causas para después ajustar la capacidad de carga animal, ver especies recuperables y nutritivas para el ganado, incorporar el agua mediante técnicas de vertimiento en pasturas, implementar medidas de rotación de pastizales, realizar el abonamiento con estiércol, el trasplante de pastos nativos, riego por surcos en contornos de las laderas o el ahijadero (práctica consistente en cercados para reservar zonas de pastura para el estiaje).
b. Objetivo de uso
La degradación de los suelos es un problema constante en zonas de laderas donde las lluvias se concentran en pocos meses, generando excesiva escorrentía y erosión, y donde las prácticas antrópicas no son compatibles con el cuidado de la cobertura vegetal, de las fuentes de agua y de la protección de la capa arable del suelo. Por ello este conjunto de prácticas son en principio una alternativa para la protección, para el uso controlado y, seguidamente, para la recuperación y productividad del sistema.
Los objetivos inmediatos dependen del problema que afronta cada territorio. En algunos casos puede ser, por ejemplo, el sobre pastoreo. Diferentes entidades promotoras han validado resultados tangibles en relación con el control de la erosión, en el aumento de la cobertura vegetal, en el incremento de la productividad del suelo y, sobre todo, en posibilitar la capacidad de infiltración del agua en el suelo, subsuelo y acuíferos.
c. Ámbito de aplicación y entidades promotoras
En diversos países de la zona andina se han realizado este tipo de prácticas que, sin embargo, no son exclusivas de los Andes sino que muchas de ellas han formado parte del saber hacer de culturas antiguas en otros continentes.
En el Perú una experiencia conocida ha sido la del Programa Nacional de Manejo de Cuencas Hidrográficas y Conservación de Suelos (PRONAMACHCS), que existió hasta el año 2008 y trabajó en 200 microcuencas a nivel nacional. Uno de sus principales componentes fue la conservación de suelos, además de la infraestructura hidráulica y la reforestación. En la actualidad este servicio es continuado por el Programa de Desarrollo Productivo Agrario (AGRO RURAL) del Ministerio de Agricultura y Riego.
Por otro lado, entre las entidades de cooperación al desarrollo que han promovido estas prácticas, destaca la experiencia de la ONG Soluciones Prácticas, con trabajos realizados en Apurímac y Puno, que son zonas de páramo peruano altoandino, donde las familias de productores combinan el ganado ovino, caballar y alpacuno. Su utilidad como práctica de adaptación permitió reducir la erosión del suelo fértil, obtener un mayor contenido de humedad en los suelos (lo cual permite que el rendimiento del cultivo se mantenga constante) y evitar la erosión hídrica cuando se presentan lluvias intensas y frecuentes.
Desde la iniciativa privada, cabe mencionar también la experiencia del fundo “La cosecha del futuro” ubicado en la comunidad campesina de Masajcancha, distrito de Paccha, Región Junín, que abarca una superficie total de 20 ha entre los 3700 y los 3800 m.s.n.m. donde, a partir de la combinación de tecnologías como andenes, zanjas de infiltración, terrazas de formación lenta, surcos en contorno, entre otras, se ha logrado retener aguas de lluvia para hacer producir al terreno que antes era eriazo, generar excedentes hídricos en favor de las partes bajas de la microcuenca, recuperar la biodiversidad local, en el marco de un modelo hidrológico y agroforestal replicable.
d. Costos y beneficios
Los costos de inversión están en función de las tecnologías que se decida aplicar en respuesta a la problemática identificada y las condiciones de clima, topografía, edafología e hidrogeología del territorio o microcuenca. Por lo general los insumos, herramientas y mano de obra son locales y se trabaja en faenas comunales organizadas por grupos o cuadrillas, con el asesoramiento técnico de alguna entidad o profesional con experiencia.
Teniendo en cuenta la experiencia de las entidades promotoras, los beneficios que se pueden alcanzar con la aplicación de estas prácticas son:
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Incremento de la regulación y disponibilidad de agua gracias a la recarga de los manantiales o la generación de mayores zonas de humedales.
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Reducción de la erosión, mejora de la composición del suelo e incremento de su productividad
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Incremento del área de pasturas y regeneración de la cubierta vegetal
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Mitigación de eventos hidrológicos extremos
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Regeneración y conservación de la biodiversidad
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Mejoramiento de las condiciones socioeconómicas de las familias derivado de la producción agrícola, pecuaria, agroecológica, agroforestal y ecoturismo.
e. Sostenibilidad
El éxito de estas prácticas depende en gran medida de su aplicación integral, asegurando la participación social y el establecimiento de acuerdos de organización del territorio a nivel de microcuenca, además del apoyo institucional en el fortalecimiento de capacidades técnicas y las inversiones en riego, entre otras.
Muchas instituciones actualmente las promueven en Perú, pero también existen promotores formados gracias a diversos proyectos de desarrollo. Estos promotores asesoran municipalidades rurales o iniciativas locales, hecho que ha llevado estas experiencias a diferentes territorios y familias andinas del país.
f. Referencias
g. Contacto
h. Descarga